martes, 24 de agosto de 2010

Caras de la Discriminación y el DNA

La National Geographic en un impresionante estudio del DNA de distintas razas pudo demostrar el origen común de todos los que poblamos este planeta tierra. De hecho en el estudio realizado se demostró que el 99.9% del genoma humano es similar en todas las razas que habitan el planeta. La diferencia se resume en un 0.1% y esta diferencia es el resultado de las alteraciones ocurridas por los cambios climáticos por los que atravesaron los grupos que hace mas de 70,000 años emigraron desde África hasta poblar el planeta.
Sin embargo, los conflictos raciales han sido parte de la historia de la humanidad. Conocemos de las atrocidades llevadas a cabo por Bélgica en el Congo, del Apartheid en Sud África, de serbios y croatas en Balcanes, del nazismo contra los judíos, de los pogromos rusos también contra los judíos, de los españoles en América (quienes llegaron a dudar que los indígenas tenían alma), de los negros esclavizados por ingleses y franceses en América, de la lucha por los derechos en los Estados Unidos y así podemos llenar una lista de conflictos. En el fondo grupos humanos han descalificado a otros por tener características biológicas diferentes. A esta actitud le llamamos discriminación racial que origina por parte del ejecutor, repulsión, disminución y burla a otros que consideran distintos por su color, su tamaño, su pelo, sus ojos, etc.
Esta absurda descalificación entre seres humanos, en lugar de desaparecer toma cuerpo hoy en día con las migraciones producto de unas regiones menos afortunadas a otras desarrolladas. Los alemanes repulsan a los turcos, los europeos en general a los africanos, latinoamericanos y árabes y en los EUA surgen proyectos de leyes para rechazar a los mexicanos. En nuestro país sucede lo mismo contra los haitianos.
Como demuestra el estudio de la National Geographic, todos somos iguales debajo de la piel. De ahí que podemos concluir que la discriminación no tiene sustento biológico. Es simplemente un rechazo de forma pero más fácil de comunicar y de mercadear para agitaciones políticas.
Más bien soy de opinión de que la discriminación es una combinación de rechazo cultural y biológico. Lo que nos diferencia de fondo son las costumbres, los idiomas y la cultura en general incluyendo la religión uno de la mayores discriminadores.
Hemos visto que cuando una persona de una raza diferente a la nuestra es capaz de mostrar clase y una elevada cultura, las diferencias y criterios de discriminación se atenúan. Tenemos el caso de Nelson Mandela, un hombre de la raza negra pero cuya trayectoria es de un grado tan elevado que no fue posible para los constructores del apartheid ignorarlo al momento de tomar decisiones estratégicas para Sud África. Así mismo cuando a los pilotos negros norteamericanos durante la Segunda Guerra Mundial se les permitió entrar en combate, demostraron una valía y arrojo a niveles similares a sus contrapartes de color blanco. Rompieron una barrera y lograron un merecido reconocimiento de sus superiores.
La lucha de la humanidad debe entonces centrarse en que comprendamos que debajo de las pieles negras, blancas, amarillas y sus combinaciones, todos somos iguales y que la clave para ir desechando diferencias debe girar exclusivamente en el comportamiento del individuo en sociedad y su elevado nivel cultural y académico. Entendemos que planteamos un sueño a largo plazo. Sin embargo, solo así podremos ir concentrándonos más en la solución de las diferencias de fondo y no de forma para dejar un mundo mejor a aquellos que lo hereden a largo plazo.
Mientras tanto sugiero a todos ver el video de la National Geographic que explica el proyecto de DNA y que demuestra científicamente que las diferencias raciales no tienen razón de ser más allá de una variedad de colores producto de la historia de la humanidad. Es un paso acertado a conocernos mejor.

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