domingo, 10 de julio de 2011

Paises Masculinos y Paises Femeninos

Estuve leyendo hoy un artículo en el periódico The New York Times sobre el comportamiento de Alemania, en cuanto al empleo de mujeres en su fuerza de trabajo, y a que siendo la locomotora económica europea aun continua aferrado a que la mujeres pertenecen a la casa, la cocina y los hijos. Una grafica de la reconocida firma de investigaciones, McKinsey & Company, muestra como Alemania se encuentra en la retaguardia en el numero de ejecutivas de empresas, así como en los consejos de administración. Podemos notar que Suecia cuenta con unos 17% de mujeres representadas en las juntas ejecutivas, los EUA un 14%, Noruega un 12%, China un 8% mientras que Alemania solo un 2%.
En el libro, Culturas y Organizaciones, de Geert Hofstede, se hace alusión a un estudio realizado por la IBM, en los finales de la década de los 80s del Siglo XX, para investigar variables relacionadas con los valores de sus empleados en 50 países del mundo. Se consideró que estando su fuerza de trabajo formada por personas similares en muchos aspectos, excepto nacionalidad, los resultados permitirían transparentar las diferencias según cada país.
Las variables estudiadas correspondían a estas áreas:
1. Diferencias sociales, incluyendo relaciones con la autoridad.
2. Relaciones entre el individuo y su grupo.
3. Conceptos de masculinidad y femineidad y las implicaciones sociales de nacer niño a niña.
4. Formas de encarar lo desconocido en relación con los niveles de agresividad y la expresión de emociones.
Para los fines de este articulo, nos vamos a referir a la masculinidad y femineidad e intentar cruzar los datos de McKinsey & Company con el comportamiento de Alemania, los países escandinavos y los EUA, según este estudio de la IBM. Pensamos que pudieran extraerse algunas hipótesis interesantes a pesar de las distantes fechas de ambas estadísticas.
De acuerdo a los resultados del estudio de la IBM, los campeones de la masculinidad son Japón, Austria, Alemania (del Oeste), Suiza e Italia. Relativamente cerca están algunos países latinos del Caribe como Venezuela, México, Colombia y Ecuador. Más moderados son el Reino Unido, los EUA, Sudáfrica, países árabes y otros.
Los más femeninos son Suecia, Noruega, Finlandia y Dinamarca. Relativamente cerca se encuentran, Costa Rica, Chile, Portugal, Uruguay, Salvador, Perú, España, Francia y Panamá. Moderadamente femeninos son Grecia, Tailandia, Corea del Sur, Turquía, Taiwán.
Algunas percepciones lucen validas a prima face. Por ejemplo es conocida la capacidad de negociación pacífica de los países escandinavos versus la agresividad de países machistas como Japón, Alemania e Italia potencias del Eje en la Segunda Guerra Mundial.
En el estudio de IBM surgen algunas sorpresas como Suiza en la categoría de masculinidad y Turquía como femineidad. El primero un país pacífico y el segundo de religión musulmana tradicionalmente machista.
Ahora bien los datos cruzados de estos estudios, confirman 100% en cuanto a Alemania, por su fuerza de trabajo altamente masculina, y los países escandinavos por su elevada fortaleza femenina. Mientras que por otra parte, sorprendería que los EUA (a pesar de su moderada inclinación masculina) posee una fuerte presencia de mujeres en sus polos de decisión. Pudiera explicarse porque, el estudio de IBM se realizo a finales del siglo XX, y en el actual Siglo XXI los fuertes movimientos femeninos en los EUA pueden que hayan desplazado ligeramente ese país hacia el cuadrante femenino aunque no completamente dada su actitud bélica de los últimos años.
Es difícil concluir con que la femineidad sea la única variable que lleve a un país al desarrollo porque el caso Alemán rebatiría esta tesis pero pudiera ser una excepción. España, aunque moderadamente femenina, es una mala muestra del requisito de una solidez de género para el empuje económico dada su actual circunstancia de desempleo.
Lo cierto es que los países escandinavos muestran una fuerte presencia femenina en no solo las juntas de empresas privadas sino en la vida pública y en las instituciones del estado. El caso de Noruega es particularmente interesante lo que pude constatar en mis visitas a ese país a inicios del siglo XXI. En este país, el Jefe de la Policía, es una mujer, existe una solida representación femenina en el parlamento y una destacada presencia en la dirección de empresas.
Algo es cierto, la tasa femenina, en las universidades de países de fuerte influencia masculina, como el caso de los países árabes y la región del Caribe, de alguna manera tiende a romper paradigmas sobre los aspectos masculinidad y femineidad y esta base intelectual en formación tendrá un peso importante en legislaciones que de alguna manera modificaran positivamente la presencia femenina en los estratos de decisión empresarial y del estado en el mundo.
De ser así a lo mejor quedaría la esperanza que imitemos la influencia escandinava para que el mundo se incline a resolver disputas de manera pacífica y no en base a constantes enfrentamientos sangrientos para la solución de problemas.
Es otra de nuestras esperanzas en esta era tan convulsionada.

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