martes, 5 de mayo de 2009

A Propósito de la Crisis

En octubre del 2003 se me invitó a un Simposium por parte de UNAPEC en relación con la crisis bancaria de esa época. Mi charla la titulé, “Manejo Estratégico de la Publicidad en Economías Difíciles”. Repasando en estos días el contenido de la charla (a propósito de la recesión mundial) me aventuré a pensar sobre las diferencias entre aquella crisis local de hace cuatro aňos con la crisis mundial que nos castiga en este 2009. Así pues me permito hacer una cuantas reflexiones que de alguna manera considero de interés extrapolar. Dije aquella vez y sostengo que, el momento para las marcas no es de repliegue sino de ataque. La imaginación la pueden crear las marcas con su liderazgo y por eso su voz debe oírse en estos momentos. Las recesiones no son eternas, ni siquiera lo fue la terrible depresión del 1930. El silencio de una marca puede perjudicarla grandemente. De hecho es la forma más segura de lograr el anonimato. Al término del ciclo recesivo una marca silente se puede haber diluido tanto que, el esfuerzo de reconstruirla puede costar mucho más que haberla mantenido vigente de manera prudente aprovechando las oportunidades que ofrecen las crisis. Hay puntos clave que vale la pena resaltar. En una recesión la vida continúa lo que pasa es que la gente procede con más cuidado en sus gastos. Se posponen compras grandes como segundas casas, viajes, etc. Sin embargo, continúa un nivel discrecional de gastos. Vemos como en la ciudad han crecido pequeños restaurantes de precios módicos buscando precisamente explotar el gasto prudente del consumidor.

Hay una realidad. Con la afluencia de nuevos medios las oportunidades de llegar a los consumidores se multiplican y ofrecen tremenda opción para comunicar los mensajes. El uso de la publicidad interactiva, las relaciones publicas, el “publicity” y el “trade marketing” son una puerta de salida para los anunciantes guiados por agencias dispuestas a romper el cerco económico. Mantenerse silente durante estos periodos quizás logra ahorros de corto plazo pero a largo plazo recordemos que usted puede imitar un producto pero no una marca que es lo que el consumidor finalmente compra. Sin duda alguna, vivimos en tiempos difíciles pero debemos recordar que el consumidor espera ahora más que nunca acción de sus marcas favoritas porque estas son parte de los recuerdos gratos de un individuo. Recordemos aquella cita de Albert Einstein, “en momentos de crisis la imaginación es mas importante que el conocimiento.”

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