miércoles, 22 de septiembre de 2010

¿El medio, el mensaje?

Los que estamos en el mundo de la comunicación siempre hemos estado bajo la influencia del filosofo y metafísico canadiense, Marshall McLehan. Entre sus tantos escritos nos queda una frase emblemática, “el medio es el mensaje”.
Algunos entienden que McLehan quiso decir que la importancia del medio es lo que hace destacado el mensaje. Con esto entendido que dentro de cada vehículo, sea TV, radio, prensa, revistas o exteriores hay varias opciones y dependiendo de cual se escoja será más o menos sobresaliente el mensaje o también puede entenderse que un vehículo tiene superioridad a otro según el mensaje de que se trate. Sin embargo, me voy por la explicación que escuche una vez que, al referirse al medio, McLehan se refería mas al impacto del mismo sobre el comportamiento de las personas siendo este el mensaje subyacente. Entendiendo así esta explicación que a mi entender es mas incisiva que las anteriores, el pensamiento de McLehan crece en profundidad y explica como el efecto del lanzamiento de un producto puede cambiar el estilo de vida de una generación, más que el uso de determinados medios. Por ejemplo cuando Steve Jobs desvela su Apple en el famoso comercial, 1984, el producto lanzado inició una revolución a nivel de usuarios en el hogar cuyas olas hoy en día son imparables.
Llevado a la política, las conspiraciones para el derrocamiento de regímenes de fuerza a través de obras de teatro o manifestaciones artísticas (aparentemente insulsas) se convierten en el medio para transmitir el mensaje que cambiará el curso de la historia de una nación. Hoy en día con el uso de los medios interactivos entre los que destaca Facebook, surgen pensadores que nos hablan que el medio es más bien el usuario del “site” y bien pudiera serlo porque con su intervención puede incidir en cambios de comportamiento o lanzar mensajes que lleven a otros a reflexionar sobre determinados comportamientos o usos de productos. Así pues que McLehan hoy en día es más vigente porque su filosofía sobre el medio y el mensaje retoman cuerpo y nos deja perplejos por su sobresaliente visión de futuro.
En su pensamiento explica McLaughan que el medio es una prótesis del individuo. Una casa es una extensión del cuerpo porque le protege contra las inclemencias del tiempo y le ofrece seguridad, la ropa también le protege, el vehículo es una extensión de las piernas, una pulidora de pisos es una extensión de las manos. En este sentido la tecnología es la que hace los cambios no el contenido. La imprenta produjo la reforma con la biblia que el al ser traducida a los idiomas vernáculos la hizo accesible a toda la población y también acelero los nacionalismos y llevo a una prolongada guerra que creó un cisma en la Iglesia Católica. Nos habló de que en la antigua Grecia se pasó de la comunicación oral a la escrita y en la nuestra estamos pasando de la escrita a la oral con el “chatting” y el “twisting”.
McLaughan acuñó también el concepto de la “villa global” y se hizo eco de Inn el economista canadiense quien hablaba de que la comunicación industrial (publicidad) de la tecnología crea en el individuo un estado de vulnerabilidad durante unos minutos afectando sus procesos mentales.
Leer a McLaughan es siempre un reto. Vale la pena auscultarlo aunque en el camino quedemos a veces mas perplejos que cuando creíamos entender con facilidad que, “el medio es el mensaje”

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