Últimamente
he leído en la prensa sobre las pymes y la importancia de su desarrollo con el
fin de incorporar nuevos empresarios a la economía y entrenarlos para su
crecimiento personal y el de sus empresas.
De hecho no solo creo en la importancia de las pymes sino que a mi
parecer es una pieza indispensable para la paz social y reducción del desempleo
en países del tercer mundo.
Hemos visto
que en la India por ejemplo surgió un formato de financiación que demostró que
estos empresarios pequeños y medianos son cumplidores de sus compromisos y por
tanto sujetos de crédito con mínimo riesgo. Aquí cabe señalar que las mujeres
como empresarias han dado un ejemplo muy sólido. Nunca olvidare mi visita con la Fundación
Dominicana de Desarrollo a San Juan de la Maguana allá por el año 1995 cuando visitamos una fábrica de
mecedoras en la cual solo trabajaban mujeres.
Quede gratamente sorprendido de la organización que tenían y las
destrezas que tenían no solo en la fabricación per se sino también en su visión
como empresa de distribución de sus productos al resto del país y alguna vez al
exterior.
Pues bien
que hace a una pyme distinta a una empresa grande. Lo primero que pensamos es
en el volumen de producción y ventas, el número de personas, monto de
impuestos, relaciones con el gobierno, capacidad de exportación, capital de
trabajo, recursos para asesorías en general, relaciones bancarias y
comunitarias, distribución, etc.
Antes de
continuar me gustaría compartir la definición de emprendedor publicada en el
libro, Microeconomics: a way of thinking
about Business, por Richard B. MacKenzie y Dwight R. Lee, “una persona
emprendedora es aquella que detecta oportunidades de negocios y organiza, dirige
y gestiona actividades productivas para aprovecharlas”.
Desde el
punto de vista de esta definición no existe diferencia alguna entre el
empresario de una pequeña, mediana o gran empresa. El concepto es el mismo. Cada empresario
busca oportunidades de negocios y desarrolla aquellas actividades necesarias
para aprovecharlas en su beneficio. Un
vendedor de dulces de casa en casa es un microempresario como lo es una persona
que fabrica mecedoras para exportar o como el que adquiere equipos industriales
sofisticados, construye una planta, contrata cientos de empleados y procura los
recursos necesarios para convertir materia prima (cualquiera que sea esta) en
productos terminados para ofrecer en el mercado local o de exportación. Todos estos empresarios han detectado
oportunidades de negocios en distintas ramas de la economía y han tomado decisiones
para beneficiarse de ellas.
La
diferencia está en el volumen y el monto de riesgo.
El proceso
de marketing es un socio que agregará valor a las pymes y le ayudara a crear
valores de marca para el éxito de sus productos en el mercado.
Siempre he
apostado por la pymes y en este momento crucial que vive la economía del país y
del mundo es una alternativa sana para reducir el desempleo, movilizar los
recursos bancarios, crear demanda y por tanto consumo y reducir las brechas
sociales que a todos nos irritan.
Pienso que las universidades tienen un
deber y una gran oportunidad de colaborar de inmediato con nuestro desarrollo
estableciendo programas cortos de entrenamiento en las diferentes herramientas
del marketing que puede y deberia ser aprovechado por estos emprendedores de
las pymes. Al mismo tiempo profesionales dominicanos del marketing pueden colaborar
con esta estrategia educativa donando una o dos horas semanales para participar
en el entrenamiento propuesto.
¡Pymes y marketing un matrimonio que debemos
pautar!