jueves, 4 de noviembre de 2010

Una lección y una oportunidad

Las recientes elecciones en los Estados Unidos para elegir parcialmente a los miembros de la cámara de representantes y del senado muestran resultados que deberían servir de lección a los políticos de todo el mundo democrático. El triunfo del Partido Republicano en la Cámara de Representantes, desplazando a los demócratas de su mayoría, y el ligero margen del Partido Democrático para retener el Senado es el mensaje que los electores norteamericanos han enviado al al Poder Ejecutivo y al partido que hasta el momento era mayoría en las cámaras. El pueblo ha dicho, “estamos preocupados y el país no marcha bien”. No importa que se hayan aprobado leyes que protegerán a largo plazo a los norteamericanos. La gente busca soluciones más coyunturales. Quiere que se reduzca el desempleo. Quiere que se abran nuevos puestos de trabajo. Quiere una economía más dinámica. En realidad el pueblo piensa que un cambio de gobierno va a propulsar una economía más ágil. Los Estados Unidos viven una nueva realidad. Su liderazgo económico está siendo retado por China y la India y en menor escala por Brasil. Tienen una guerra en Afganistan que se prolonga y la cual buscan como terminar sin que se interprete como una derrota.
Naturalmente no podemos hacer que el votante reflexione ante los alcances favorables que puedan conllevar las reformas de los últimos dos años. El pueblo norteamericano está desesperado ante una situación económica que le afecta su bolsillo cotidiano. Necesita mantener su elevado nivel de alimentación, vestirse, asegurar su vivienda, asegurar la mejor educación para sus hijos, recuperar el orgullo. Si sus ingresos se merman por impuestos o simplemente por la pérdida de su trabajo lo demás no le importa. Si a esto se agrega el resquemor de ver su país inundado de ilegales o perdiendo su liderazgo, pues el cuadro es obviamente favorecedor a un cambio de dirigentes. Es lo que sucedió ayer en los EUA.
Creemos que es una lección para cualquier gobierno del mundo democrático si extrapolamos el sentimiento popular cara a elecciones sean estas presidenciales o congresuales. Si se ausculta a los votantes potenciales y estos expresan determinadas frustraciones ahí está la semilla a estudiar porque puede germinar en terreno fértil y producir un movimiento independiente como el Tea Party. ¿Imposible? Los movimientos independientes son resultado del desencanto con los políticos y de eso hay mucho.
En estrategia de marketing esto se llama una ventana de oportunidad (me desagrada el termino nicho por significar, el espacio para enterrar muertos) y la clave está para el que gobierna cómo reducir las frustraciones y por otro lado para el que aspira a gobernar como explotarlas a su favor.
Pero de que es una lección lo es. Así que amigos, cuando veas la barba de tu vecino cortar pon la tuya en remojo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario