miércoles, 24 de marzo de 2010

Una transito caótico

Muchas veces se ha descrito que las leyes de tránsito en la ciudad de Santo Domingo son una verdadera letra muerta y que los encargados de aplicar sanciones lo hacen por muestreo o simplemente “a sigun”. Claro siempre quedan exentos de reprimendas y multas los funcionarios públicos de alto nivel, los políticos destacados, la gente con contactos en el poder político y personajes de esa calaña.
Podemos mencionar algunos síntomas destacados por su frecuencia. En calles de una sola vía circulan en dos direcciones vehículos de todo tipo tan campantes como si fuera algo normal. Vemos vehículos estacionados donde está prohibido hacerlo y además, lo hacen en carriles paralelos de forma que calles de tres vías se convierten en calles de una sola vía. Las autoridades nuestras ciegas a todo este desparpajo no actúan y aparentan que no les importa el desastre urbano. Como resultado, el transito se hace lento, molesto, peligroso, y el país consume millones de dólares en combustible que pudieran ser ahorrados si el transito tuviera dolientes en el tren del estado y fuera tomado con más seriedad. Actualmente es una verdadera vagabundería.
Para darles una idea, en el día de ayer calculé el tiempo que me tomó recorrer 1.2 millas desde mi oficina (desde donde partí a las 6:08PM) hasta mi residencia. Salí de la oficina a las 6:08PM y llegué a mi residencia a las 6:38PM. Imagínense 30 minutos para recorrer poco más de 1 milla. Si Ud. proyecta esta experiencia al universo en las horas pico (que son ya casi todas las horas diurnas de lunes a viernes) por los cientos de vehículos que circulan, seguramente nos asombraremos del monto de dólares gastados inútilmente y que tan necesarios son para otras aéreas de nuestra economía (combustible para las plantas, inversión en educación, salud, etc.). No he incluido en esta formula los ahorros en médicos y medicinas de muchos conductores y pasajeros como resultado del stress que causa el actual desorden. Porque eso es lo que tenemos. Un desorden.
Ciertamente que se han construido y se construyen nuevas vías expreso, que tenemos un moderno metro y otro en construcción, que se ha invertido en vehículos de transporte público pero todo esto se estrella contra: la indolencia de las autoridades, la existencia de un transporte público vehicular obsoleto en base a vehículos de 6 pasajeros (violando la ley que solo permite 5), en autobuses medianos que nada resuelven, en la falta de construcción de estacionamientos verticales (aun sea adquiriendo para su construcción cuadras enteras) en zonas superpobladas de comercios en general, clínicas, cines, oficinas gubernamentales (un ejemplo palmario es el área donde se encuentra el Palacio de Justicia de ciudad nueva que además llama la atención por la falta de ornato en todo el perímetro de las cuadras circundantes), etc.
Al ritmo que vamos muy pronto la anarquía ocupará totalmente las calles y entonces se querrá reaccionar como siempre improvisando en lugar de adelantarnos a ese escenario que se acerca con una rapidez asombrosa.
Deseo compartir algunas ideas para que no solo sea un artículo de crítica:
• Buscar un consultor internacional que rediseñe el movimiento vehicular en todas las calles de la capital y que se apliquen las recomendaciones de una vez.
• Que se retome a la AMET (autoridad de transito) como entidad autónoma y de sanciones sin contemplación.
• Que se elimine el transporte tipo concho (alguien me dijo que sale más barato pensionar a los choferes y una parte entrenarlos para que puedan conducir vehículos de transporte masivo). Esto saca a miles de vehículos de circulación. Luego venderlos como chatarra a una empresa metalúrgica y con esto compensar a los propietarios.
• Que se empiecen a convertir en calles de una solo vía a algunas que ahora tiene cuatro carriles (Tiradentes, Lope de Vega).
• Que se eliminen “saca bocados” como el existente en la Lope de Vega con Avenida Lincoln donde el flujo de vehículos es realmente desastroso.
Me he referido a lugares de la ciudad por donde circulo con más frecuencia y de los que puedo escribir con más propiedad pero para muestra vale un botón.
Sin duda pueden haber otras medidas más inteligentes y prácticas pero algunas medidas hay que tomar con urgencia porque lo peor es la pasividad que se nota en las autoridades encargadas del tránsito o los paños con pasta de los que estamos simplemente hartos desde hace varios años.

lunes, 8 de marzo de 2010

Una Publicista de Excepcion

Hace poco terminé de leer el libro, “A Big Life in Advertising”, autobiografía de Mary Wells Lawrence, quien fuera fundadora de Wells Rich Greene, una de las agencias más creativas en la historia de la publicidad de los EUA. Mary Wells fué posiblemente la primera mujer ejecutiva que en los EUA lograra subir a la cima más alta del entramado de negocios del mundo de las comunicaciones comerciales.

Luego de leer el libro de Mary Wells, quedé impresionado con esta extraordinaria ejecutiva de la publicidad. Su ascenso, basado en su talento, comprueba una vez más la evaluación de la capacidad en la sociedad norteamericana. Se inició en el departamento de publicidad de una tienda por departamentos en su ciudad natal de Poland en el estado de Ohio, EUA, y más tarde en la misma área de la tienda Macy’s de New York. Su vida en agencias publicitarias se inicia con el equipo creativo de McCann y luego pasa a Doyle Dane Bernbach (DDB) para finalmente fundar Wells Rich Greene.

Entre las campañas en que trabajó Mary Wells, sin duda una de las más recordadas internacionalmente es la de “I Love New York”, elaborada para el Ayuntamiento de esa ciudad con el objeto de ayudar a resolver una tremenda crisis de credibilidad y déficit; la de Alka Seltzer (I can’t believe I ate the whole thing); la de Braniff (the end of the plain plane); la de Benson & Hedges (America’s favorite cigarette break); así como la campaña corporativa para la Ford Motors Company, en la que obreros de las plantas actuaron en comerciales de “testimoniales” creando un movimiento que hizo recuperar la confianza de los consumidores norteamericanos en los vehículos fabricados en los EUA (en momentos de la crisis del 1970, cuando los japoneses eran considerados los mejores).

El interés de Mary Wells por la pintura, iniciado a través de su amistad con Mary Lukers, una de las más conocidas coleccionistas de Matisse, y su constante curiosidad por incrementar su nivel cultural, la llevó a ocupar la punta de la pirámide de Máslow (Autorrealización) de la que no ha vuelto jamás a descender. La compra de importantes propiedades en el sur de Europa (entre ellas la famosa “La Fiorentina”) ha hecho de ella un personaje reconocido por su refinamiento. Es constantemente invitada a entrevistas por las más famosas revistas internacionales. Así mismo, su empuje personal y capacidad de relacionarse la llevaron a penetrar en la alta sociedad europea. Su amistad con la princesa Grace de Mónaco llevó a que ésta le solicitara entrenar en Wells Rich Greene a su hijo, el Príncipe Alberto.

Sin embargo, de todas sus prendas profesionales, intelectuales y de buen gusto lo que más llegué a admirar de Mary Wells es su humanidad. Su respeto por el talento de los otros, su amor al prójimo, su valentía y reacción positiva ante el cáncer que la ha golpeado dos veces.

Su búsqueda actualmente de la espiritualidad nos inspira y acerca a Dios.

Sugiero a todo el que trabaje, piense trabajar o estudie publicidad, que se lea este libro que nunca nos aburre y nos enseña mucho de cómo se puede alcanzar el éxito en una de las actividades de mayor presión en el campo de los negocios. El libro también permite conocer el mundo de las agencias publicitarias de 1950 a 1980, la filosofía de trabajo de algunas de ellas, y los efectos de la globalización en el escenario de las agencias de este siglo.

Sin embargo, no es un libro limitado a los publicistas actuales o potenciales. Es lo suficientemente ameno para que llegue a todo el público. Entiendo que no ha sido aun traducido al español, pero no dudo que pronto lo será. Mientras tanto, se puede adquirir en cualquier librería de los Estados Unidos o pedir vía Internet en su página favorita de compras.