Una de las grandes oportunidades que
nos ofrece la comunicación de hoy en día es el conocimiento de varias
culturas. Las personas que carecen de
los medios para viajar a través de la tecnología tienen la opción de conocer
costumbres, idiomas, religión, historia, alimentación, vivienda y otras tantas
características de la población de los distintos países de nuestro planeta. Pienso que utilizando las nuevas armas de
educarnos vía la tv, las distintas versiones de ordenadores y tabletas
aprendemos a respetar otros pueblos. En
un curso sobre Liderazgo leí que “la cultura es una suerte de modelo mental
colectivo”. Con esto nos referimos a raza, relaciones familiares, entorno
histórico, idioma, religión, nacionalidad, etc. Es tan rica la oferta del
planeta que solo empezar a conocerla es una fuente de continuas sorpresas.
Precisamente andando por los caminos
del conocimiento de culturas tenemos que tener la humildad de reconocer lo poco
que sabemos. En realidad hay personas de mente universal que pueden dominar
varios temas pero siempre habrá ignorancia de algo y me viene a la mente la
frase de Sócrates, “solo sé que no sé nada”.
Cuando nos paseamos por las culturas
aprendemos que el concepto rico o pobre varía según el lugar. Un rico en las
peladas montañas de un país en África puede ser quien tiene 5 cabezas de ganado
y un pobre el que no tiene absolutamente ninguna. Aprendemos la relatividad de
las cosas. En el medio que nos movemos
un pobre puede tener una pequeña casa que sería la de un rico en un país
africano.
Lo que es religioso para unos para
otros no lo es tanto. El ejemplo en el Islam es muy concreto. No todos son
terroristas. Unos son más liberales y otros más fundamentalistas. El concepto
de compasión, perdón puede ser diferente. En lugares musulmanes lapidan hasta
causar la muerte a mujeres acusadas de adulterio. Pero en países cristianos
hombres balean mujeres por razones similares o simplemente por sospechas y
hasta matan a sus propios hijos. Así que los cristianos antes de anatemizar a
los musulmanes deberíamos también mirar las atrocidades que cada día se
publican en la prensa cristiana de niños abusados y mujeres asesinadas.
Los conceptos familiares también son
diferentes. Nos sorprendemos de que un
musulmán pueda tener más de una esposa pero el adulterio (que no conlleva un
compromiso legal ni religioso) es harto conocido en los países cristianos así
que escandalizarnos por lo de la esposa del musulmán no debería producto de alarma. Es posible que en su comunicación con Dios
este haya sido más flexible con el Profeta. ¡Vaya Usted a saber!
Lo cierto es que las comunicaciones
cada día nos permiten descubrir costumbres y riquezas de regiones con más
facilidad que nunca. Castillos abandonados
en Francia, minas de sal en Lanzarote, cultivo de Lavanda en Francia,
organizaciones sin fines de lucro que trabajan con mujeres para educarlas en
regiones llenas de peligros, hoteles franceses en el Machu Pichu y un largo
etcétera.
Lo que me parece más importante es
que las personas tengan acceso a los nuevos medios y que se incentive por esa
vía el conocimiento dentro de los sectores mayoritarios del planeta. Los cursos ofrecidos por Coursera son una
muestra de lo que se puede ofrecer por esta opción.
En la República Dominicana la Radio
Santa María (http://www.rsantamaria.com/)
es un vehículo de educación básica dirigido por los padres Jesuitas y su
resultado tiene fuerte incidencia en los segmentos menos afortunados. Programas
como este constituyen un aporte de mucho peso a la humanidad en esta época de
grandes cambios. No debemos olvidar que hoy en día tenemos a la mano
posiblemente el mayor número de información en toda la historia de la humanidad
y este aporte sigue creciendo en la medida que más información fluye a las
páginas de la WWW. Poder también añadir información cultural será otro aporte de enriquecimiento
que sin duda alguna lleva a la creación de capital humano de gran valor para el
futuro de nuestros hijos y nietos.