jueves, 19 de septiembre de 2013

Destrucción Creativa

El economista austriaco Joseph Schumpeter acuñó la frase, destrucción creativa, para describir las fases en que la tecnología lanza nuevas ideas substitutivas de otras que van caducando.  Hoy en día podemos ver los ejemplos de este fenómeno. El teléfono substituyó al telégrafo, el celular al teléfono  tradicional, y vemos que los llamados teléfonos inteligentes (smartphones) están substituyendo a los simples celulares y entre los mismos smarphones se lucha con distintas plataformas para mantener liderazgos.   En cuanto a radio, hace poco leímos en el New York Times  la oferta de iTunes consistente en 20,000 estaciones y la ventaja de comprar la música preferida para “bajar” a los iPod digitales, los iPads y las McIntosh.  Si mis padres que eran grandes oyentes de radio regresaran al mundo creo que se caerían de ver como su antiguo radio Phillips (con su Ojo Mágico para sintonizar) es simplemente una pieza de museo.

Este artículo en Mash muestra los más importantes exponentes en 1985 y que hoy ya son parte de la historia. http://mashable.com/2013/09/16/1985-tech/

La televisión no es una excepción a estos cambios.  Los nuevos equipos ya no son simples pantallas planas (que de por sí "destruyeron" los ya antiguos armatostes pesados y comedores de espacio en los hogares) sino que son pantallas interactivas con acceso a las redes sociales que permiten al televidente participar en tiempo real con sus opiniones sobre temas desde la metafórica “inmortalidad del cangrejo” hasta los acontecimientos más destacados de todo el mundo. En esas pantallas la audiencia pasa de ser un ente pasivo a uno activo, crítico y formador o deformador de opinión.

Los medios impresos no se quedan atrás.  El papel se convierte poco a poco en ”bits” y la compra del Washington Post por parte del Amazon de Jeff Bezos (http://www.washingtonpost.com/national/jeff-bezos-on-post-purchase/2013/08/05/e5b293de-fe0d-11e2-9711-3708310f6f4d_story.html?Post+generic=%3Ftid%3Dsm_twitter_washingtonpost) pone a pensar a cualquiera sobre que tendrá en carpeta esta sorprendente combinación empresarial.

La industria del marketing apunta su proa hacia los medios sociales que además de ser contestatarios penetran a velocidad vertiginosa en las edades menores a los 24 años y progresivamente en las edades superiores y poco a poco convirtiendo los medios tradicionales en canales complementarios. 

Las agencias que siempre hemos sido vanguardia en las comunicaciones, estamos ahora mismo en un proceso evolutivo a la velocidad de la luz con  gente orientada tecnológicamente,  formatos de trabajo distintos, espacios distintos, y sobre todo con consumidores contestatarios que deben ser oídos y convencidos con argumentos sólidos 24/365 (en este sentido el rol del community manager irá creciendo en responsabilidad e importancia cada día más).  Las métricas contemporáneas en desarrollo medirán los “share of voice” de forma distinta y que todos tenemos que aprender sobre todo los que nacimos en la era de los medios tradicionales.

A mi entender el surgimiento de la radio y de la TV aunque fueron muy importantes y llevaron a cambios de enfoque no tuvieron el impacto como el que la tecnología de hoy nos ofrece, donde el oyente pasa de sujeto pasivo a activo.  Esto solo implica una dinámica que  estamos en proceso de digerir.  Este entramando (aunque luce como amenaza para las agencias tradicionales) se puede convertir en una gran oportunidad para una industria capaz de adecuarse al cambio. 

Lamentablemente toda esta emigración mental y tecnológica no viene sola.  Todo este proceso de creatividad destructiva viene acompañado de necesidades de inversión en gente y equipos en momentos en que la industria de las comunicaciones de marketing se enfrenta con amenazas financieras para su supervivencia (como son las presiones de los anunciantes de reducir sus costos vía sus departamentos de compras cuyos de criterios de selección no reparan en el especializado perfil de las comunicaciones). 

Es una era totalmente nueva donde por un lado costos y modernización tienen que buscar un camino común de ganar-ganar y para esto se requiere un alto nivel de madurez de anunciantes y de la industria de comunicación.  Ambos tienen mucho que ganar y mucho que perder y pienso que finalmente imperará la sensatez.  

Cuando los generales romanos regresaban de sus triunfos, hacían un recorrido en una cuadriga acompañado por un esclavo que sostenía los laureles de la victoria sobre su cabeza y le recordaba constantemente la fórmula: Respice post te, hominem te esse memento (“mira hacia atrás y recuerda que sólo eres un hombre”). Fuente Wikiliks

Los mercadistas de hoy debemos reflexionar  ahora que los cambios son insoslayables. Muchos lo estamos haciendo y más se irán adecuando a esta revolución que nos ha puesto a pensar a todos de manera diferente.  No hay ya marcha atrás.