martes, 1 de septiembre de 2009

Fraude en Ambos Lados del Atlantico

Hace unas semanas nos enteramos por la prensa que en las pruebas nacionales ocurrió un fraude que alcanzó según las autoridades dominicanas a 835 estudiantes a quienes luego se les ofreció una segunda oportunidad. Según la pagina web de la Secretaria de Estado de Educación de la R.Dom., “las pruebas nacionales en la República Dominicana son la forma de evaluar los logros de aprendizaje de los estudiantes dominicanos tanto de escuelas públicas como de colegios privados.” Dice así mismo la citada pagina que, “estas pruebas se llevan a cabo en los cursos 8vo del nivel básico y en el 3er ciclo de la educación de adultos y también para los estudiantes del nivel medio, modalidad general y técnico profesional (cuarto bachillerato”). Estas pruebas son obligatorias en el último caso para poder entrar a estudios universitarios.

El termino fraude además de lamentable es penoso porque muestra una vez mas la cara de la corrupción que espanta cada día mas y va haciendo de la practica algo común que degrada el ambiente de formación intelectual. En un país necesitado de personas de valores y solida formación académica para liderar los diferentes segmentos de la nación esta situación marca un futuro nublado y de escasa efectividad para el desarrollo nacional.

La carrera por el triunfo es cada vez más brutal y aquellos que carecen de talento están apuntando hacia vías ilegales para posicionarse entre los candidatos al éxito material en la vida.
Dicho lo anterior quede realmente sorprendido y entristecido cuando en otro país del mundo, y formador de intelectuales, músicos y científicos que con sus talentos han dando forma a nuestra civilización, también surgió el vicio del fraude. Esta vez a un nivel aun superior. De acuerdo a la noticia que nos brinda la revista Time en su edición digital del 28 de agosto 2009, en Alemania se ha iniciado una investigación entre las principales universidades de ese país bajo la sospecha de que 100 académicos han otorgado doctorados a docenas de estudiantes no calificados en base a sobornos via una firma consultora. Se estima que el monto de cada uno de estos sobornos es de US$30,000. Informa así mismo la revista que, algunas personas involucradas en esta trama han recibido sentencias de hasta 3 años en prisión. Dice también la citada página digital que, “de acuerdo a algunos expertos, hay un negocio rampante de títulos doctorales en Alemania y que aproximadamente de los 25,000 títulos anuales emitidos para doctores se incluyen alrededor de 1,000 que son el resultado de procedimientos ilícitos”.

No es que creamos que el fraude nace en los últimos siglos sino que luce que, la carrera por el triunfo es cada vez más brutal y aquellos que carecen de talento están apuntando hacia vías ilegales para posicionarse entre los candidatos al éxito material en la vida. De alguna manera las clases de moral y ética dejan huellas insuficientes entre los estudiantes de diferentes niveles o simplemente las necesidades, en algunos casos como el dominicano de salir de la pobreza y llegar a un lugar social más destacado o de alcanzar puestos sobresalientes en una sociedad desarrollada como la alemana, son capaces de romper las creencias personales. Quizás piensan que este riesgo vale la pena en un mundo que cada vez mas es una carrera de ratas por llegar al queso. Una sociedad basada en estos anti-valores tiene decididamente que buscar nuevas formas de asegurar un paquete de filtros que eviten que la mediocridad alcance niveles de poder que trastornen el futuro de nuestra descendencia. Cierto que el fraude de alguna manera ha existido siempre pero este nuevo enfoque (con la colaboración de profesores) es vergonzoso porque muestra un sistema que hace aguas por todas partes. Hasta donde llegará esto no sabemos, pero sin duda estamos ante un monstruo cuyo crecimiento dependerá de la responsabilidad de cada de los que tenemos el deber de inculcar decencia en nuestras familias y nuestro entorno.