martes, 26 de abril de 2011

Los Libros Electronicos

Soy un fanático de los gadgets y no lo niego. Cuando recibo el catalogo de Hammacher Schlemmer leo cada página como si fuera un libro que tratara un tema de profundidad. Me impresionan los inventos que se publican para la venta y me hago la ilusión de comprar cada uno de ellos. Al final quizás llegue a comprar algo a lo mejor una vez al año o cada dos años pero sigo recibiendo las publicaciones y las continuo leyendo con fruición. Me sucede lo mismo cuando visito tiendas que ofrecen cámaras fotográficas, equipos de televisión y audio, computadoras personales, tabletas y lectores de libros electrónicos.
Mi sueño es que todos los libros se ofrecieran en formato digital y que se pudieran leer en el Kindle (no tengo uno todavía) u otro lector de calidad que no canse la vista. He visto el Kindle de mi hermano y ciertamente me impresionó porque luce como un libro y no irrita la vista, además de que impacta la facilidad y rapidez de “bajar” libros en un santiamén. Aun así cuando estuve seriamente pensando en adquirir el Kindle en las navidades pasadas hice un ejercicio partiendo de mi biblioteca personal. Busqué mis libros preferidos y entre a la página de Amazon para ver si estaban disponibles en Kindle y prácticamente menos del 10% estaban. En ese mismo momento investigué para ver si mis temas favoritos lo estarían y la búsqueda fue inútil. Muy poco encontré para “bajadas”.
Estuve averiguando con amigos conocedores del asunto y me respondieron que es un problema de los autores y editores que en gran parte de las veces se niegan a emigrar al formato digital y si lo hacen esperan meses después de que el libro es lanzado en formato tradicional de papel.
Creo que los autores están luchando contra el futuro y ese enfrentamiento no es de su interés. Quizás a corto plazo se la están poniendo difícil a las tabletas de lectura como Kindle u otras, pero a largo plazo tendrán que ceder. Oponerse al fenómeno digital es francamente una quijotada y mientras más tarden será peor porque los jóvenes que significan los lectores de mañana simplemente viven en un mundo digital y si no se les ofrecen formatos de lectura cónsonos con sus estilos de vida no lograremos convertirlos en lectores. Los autores y editores se estarían haciendo un harakiri vergonzoso.
El mundo necesita que los jóvenes lean más porque la lectura es cultura y es una vía para inculcar valores y hacer que estos segmentos se alejen de juegos que poco aportan a su crecimiento como lo haría la lectura.
Coincido con lo que me comento un usuario de Kindle de que se debe armar un movimiento en las redes sociales que convenza a los autores y editores para que cambien de parecer incluyendo llegando hasta una estrategia de boicot. Sería penoso que pensadores nos llevaran a este tipo de acción.
Al final estoy seguro que mucha gente seguirá comprando libros en papel pero serán cada vez menos.
Nadar contra la corriente nunca ha sido un buen consejo y es lo que menos esperamos de los autores que con sus libros nos permiten transportarnos a otros mundos, pensar, ampliar conocimientos, cultivarnos, crecer como seres humanos e incrementar nuestros horizontes.
Además en términos prácticos, el costo de la vida hace que cada vez tengamos que vivir en casas o apartamentos más reducidos. ¿No sería más conveniente tener una biblioteca con miles de libros colocados en un espacio medido en pulgadas?
Por cierto ya anoté en Facebook mi protesta contra los autores y editores rezagados. ¿No te animas a colocar la tuya?

P.D.
No trabajo en Amazon ni soy vendedor de Kindle ni de ninguna tableta de lectoría electrónica en caso de que alguien se le ocurra que estoy insinuando marcas determinadas. Tomo el Kindle de referencia porque es con el que de manera indirecta he tenido más contactos. Otras las conozco por mi curiosidad electrónica pero no las he tenido en mis manos.

lunes, 25 de abril de 2011

La Era del Cambio

Hasta el surgimiento de la interconectividad a través de los nuevos medios, las personas estábamos expuestas a programas de televisión y radio como sujetos pasivos. Se nos entregaba lo que se consideraba como el combo que estimaban preferido según estudios de audiencia y en horarios determinados basados en estilos de vida también investigados. En los medios impresos tampoco nuestra opinión contaba salvo las publicaciones de algunas cartas a la redacción seleccionadas con criterios que todavía desconozco. Estábamos a expensas de la política de comunicación de cada medio. Fuera de este espectro quedaba el viral de boca a boca producto de comentarios entre amigos y familiares que en muchos casos tenia tintes hiperbólicos, en otros timbres especulativos y en unos pocos imperaba el comedimiento basado en fuentes creíbles. Era lo más cerca de lo que hoy llamamos “viral”.
Con el advenimiento del Internet se abrió la era de la “realidad”. Explotó el intercambio de mensajes multiplicados geométricamente y medios como el Facebook y el Twitter han revolucionado la comunicación y creado un mundo interactivo que jamás se soñó. El boca en boca del ayer se ha achicado ante el gigantesco crecimiento de estos nuevos medios los que se han convertido en la fuente principal de comentarios y noticias y que cada vez van dándole forma a la arquitectura personal, política y comercial del mundo. Detectamos amigos de los que no sabíamos hace decenas de años y podemos organizar grupos que luchan por cambiar leyes, introducir otras, hacer respetar las que existen y hasta empujar al cambio de gobiernos.
En la Republica Dominicana a través del Internet se ha logrado formar grupos de presión para fijar por ley días de fiesta nacionales que habían sido legislados como movibles, para movilizar a miles de personas y concientizar sobre la necesidad de darle un vuelco a la educación poniendo sobre el tapete de los candidatos a las elecciones del 2012 el incremento de las asignaciones presupuestarias para la educación para que se cumpla el mandato del 4%, se pudo organizar también una revuelta pacifica que evitó que una empresa cementera se instalara en un área considerada como reserva ecológica. Todas estas conquistas fueron simplemente el preludio de un futuro en que, voces que antes no se escuchaban, no se expresaban o simplemente no se organizaban, tendrán masa crítica para construir una sociedad sin corrupción, donde la delincuencia sea perseguida y sancionada ejemplarmente y donde todos estemos más conscientes de derechos, deberes y oportunidades.
En el mundo, la participación de los nuevos medios no se ha quedado atrás y ha servido para que mensajes de cambios se muevan más rápido, lleguen a más personas, permitan implementar estrategias de lucha con más precisión y mantener el momentum. Los casos de Egipto y Túnez son una referencia práctica. El bolo político creado sigue corriendo en todo el norte de África y amenaza con cambiar regímenes árabes y mantener en jaque al gobierno de Teherán.
Ciertamente estamos cerrando poco a poco el telón de un pasado y abriendo un futuro que en materia de comunicaciones nos guarda grandes sorpresas y que ira sacando a la superficie informaciones que revolucionaran empresas, países y familias.
Apenas estamos entrando al vestíbulo de una era de cambios y aquellos que aun resienten estos nuevos medios, los desconocen o simplemente los ven como un juego para la gente, quedaran atrapados en el pasado y obsoletos para desenvolverse en la nueva dinámica de la humanidad.
Como dijera Eric Hoffer, escritor y filósofo estadounidense, “en tiempos de cambios, los aprendices heredaran la tierra mientras que los sabelotodo se hallaran perfectamente equipados para desenvolverse en un mundo que ya no existe”.